Empieza asando las cebollas y la cabeza de ajos. Para ello, corta la parte superior de la cabeza de ajos, retira la última capa a las cebollas, añade un chorro de aceite de oliva por encima y una pizca de sal. Envuélvelo en papel de aluminio. Hornea 30 minutos a 180ºC y lo tienes listo.
Ahora, corta los tomates secos en trozos muy pequeños y tritúralos junto al resto de ingredientes de la receta. No hace falta que quede perfecto, es guay que haya trocitos pequeños.
Sírvelo con un chorro de aceite de oliva por encima y unas semillas de sésamo si quieres hacerte la moderna. ¡Lo tienes ready!